El Sans Souci fue construido por Carlos María de Alvear y su mujer Mercedes Elortondo, como lugar de descanso, ya que ellos vivían en la casa de Corrientes y Florida (fue en dicha casa donde el 7 de abril de 2010 todos los descendientes Elortondo -de Mercedes y sus hermanos- se reunieron). Decía Mercedes que la casa de San Fernando sería construida para que en ella pudieran vivir sus hijos y sus nietos; su sueño se llegó a cumplir con creces ya que hasta sus bisnietos llegaron a vivir ahí en sus primeros años.
Cuando los hermanos Alvear visitaron en Paris la feria internacional de 1911 que se desarrollaba en el Champ de Mars (Campo de Marte) conocieron, en el stand donde presentaba sus trabajos, al arquitecto René Sergent (1865-1927) -quien acababa de recibir en ese mismo año la gran medalla de la arquitectura privada de la Sociedad central de arquitectos de Francia. Le encargaron entonces los proyectos para sus casas en Buenos Aires: lo de Errázuriz Alvear, lo de Bosch Alvear y lo de Alvear, al que bautizaron con el nombre de Sans Souci. Sergent aceptó diseñar los planos pero no viajar a la Argentina; fue así como las obras fueron ejecutadas bajo la dirección de Eduardo María Lanús y Pablo Hary. Carlos María y Mercedes supervisaron paso a paso la construcción, coincidente con el período de la Gran Guerra en Europa (1914-1918), hasta el momento de la fiesta de inauguración en 1918.
Cuando los hermanos Alvear visitaron en Paris la feria internacional de 1911 que se desarrollaba en el Champ de Mars (Campo de Marte) conocieron, en el stand donde presentaba sus trabajos, al arquitecto René Sergent (1865-1927) -quien acababa de recibir en ese mismo año la gran medalla de la arquitectura privada de la Sociedad central de arquitectos de Francia. Le encargaron entonces los proyectos para sus casas en Buenos Aires: lo de Errázuriz Alvear, lo de Bosch Alvear y lo de Alvear, al que bautizaron con el nombre de Sans Souci. Sergent aceptó diseñar los planos pero no viajar a la Argentina; fue así como las obras fueron ejecutadas bajo la dirección de Eduardo María Lanús y Pablo Hary. Carlos María y Mercedes supervisaron paso a paso la construcción, coincidente con el período de la Gran Guerra en Europa (1914-1918), hasta el momento de la fiesta de inauguración en 1918.
Ya viuda, fue voluntad de Mercedes donar "la quinta de San Fernando" -como la llamaba la familia (la expresión Palacio Sans Souci no les era propia)- a la Curia para ser utilizada como casa de descanso. Sólo estableció una condición: que recién se tomara posesión de la casa después de muerto Diego de Alvear, hijo de Mercedes y Carlos María. De sus seis hijos -Eugenio, Mercedes, Carlos María, Mechita (quien recibió el mismo nombre que su hermana ya fallecida), Federico y Fernando- Diego era el único que todavía seguía viviendo ahí. Todos los demás se habían ido mudando a sus propias casa familiares. Esta muerte se produjo en 1964; fue en ese momento cuando el Sans Souci pasó efectivamente a manos de la Curia, cumpliéndose la voluntad de Mercedes, quien había muerto veintidos años antes, en 1942.
Lo de Errázuriz Alvear es actualmente el Museo de Arte Decorativo, lo de Bosch Alvear es actualmente residencia privada de la Embajada de los Estados Unidos y lo de Alvear -el Sans Souci- pertenece al matrimonio Durini. El ya fallecido Dr. Eduardo Durini, médico odontólogo y su mujer M. Josefina Barra de Durini, quien todavía vive en la casa, llevaron a cabo obras de restauración dirigidas por la Sra. Durini, arquitecta especialista en restauración de monumentos.
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